Eran los años 60, Ángel Franco y su esposa Noemí Abarca estaban de viaje por Nueva York. Allí conocieron unos centros educativos que podían tener un gran potencial en Puerto Rico.
Se reunieron con otras familias y empresarios locales para ver cómo podían empezar algo similar en la isla. Juntos crearon la Asociación de Intercambio Cultural, Inc. (AIC) en 1969.
Yaurel, la traducción taína de esa frase, fue el nombre que recibió la primera iniciativa de AIC, un centro cultural dirigido a la mujer donde se organizaba un club juvenil, se daban conferencias, y se dirigían proyectos sociales.
Paloblanco abrió sus puertas en el barrio Palmer de Río Grande como un centro para actividades de todo tipo, desde congresos y seminarios culturales hasta cursos de retiro espirituales.
Comienzan dos hospedajes universitarios, Acacias y Torrevista, en Mayagüez y Río Piedras respectivamente, que se distinguen por su ambiente familiar.
Dos semanas de actividades, talleres y excursiones para niñas reciben el nombre de Chatka Camp, un campamento que empezó a organizarse anualmente en Canadá. Luego se ha trasladado a la República Dominicana y a Puerto Rico.
Una iniciativa que se dirigió a estudiantes de escuela superior y universitarias entre los 14 y 21 años interesadas en emprender una carrera profesional en el área de hotelería, hospitalidad y turismo.
En Bayamón nace un proyecto educativo, el Club Rosales, que busca formar en valores a sus participantes a través de actividades de todo tipo. En el 2018, su proyecto de huertos caseros ganó el "United Nations Women's Guild in Geneva".
Toma forma esta plataforma de cultura solidaria que conecta a jóvenes con proyectos de voluntariado alrededor de la isla.
En el centro de actividades en Palmer, Río Grande, se recibían mujeres para compartirles herramientas para desempeñarse en su vida laboral con un alto nivel de profesionalidad, de valores humanos y ética. También, se les impartían enseñanzas y experiencias para formar una familia funcional y alegre.
30 familias y alrededor de 50 personas dedicadas por cuatro meses a llevar artículos de primera necesidad al interior de la isla; se ayudó a más de 60 estudiantes universitarios a completar sus cursos del año. Fueron una extensión a la labor militar que realizaba el país para alcanzar familias en las que se encontraban adultos mayores y atenderles en sus necesidades básicas en esos tiempos muy difíciles en el país.
Se brinda información por profesionales de la salud que incluye cuidados paliativos en el hogar, cuidado de la persona que cuida del enfermo, creatividad en la atención del adulto mayor, tanto en el hogar como fuera de él. Se ayuda a dar una dimensión sobrenatural al dolor y como hacer a la familia partícipe de ese proceso.
Se crea un lugar de encuentro, Mondates, dirigido al crecimiento cultural y personal de mujeres profesionales donde se tratan diversos temas que las apoyen en su etapa de desarrollo profesional capitalizando en las virtudes humanas.
En Canastillos se reúnen voluntarias para acompañar a la mujer embarazada proveyendo productos básicos para las madres y bebés. Además, de impartir educación familiar.
Con el espacio de encuentro virtual SOS MOMS se acompaña a las madres a través de talleres cortos brindados por profesionales para entender y facilitar la crianza de los hijos; además de atender el bienestar de la madres.
THE MARK es un curso donde se les apoya a las jóvenes de escuela intermedia y superior a desarrollar carácter para que aprendan a diseñar sus metas, y sepan elegir bien para su realización personal y profesional.
Las mujeres, de diferentes generaciones, han mostrado una gran capacidad de afecto en los cuidados a sus familias. Logramos compartirlo brindando alegría, tiempo y esperanza a los más necesitados a través de la iniciativa DAR MÁS.
Asociación de Intercambio Cultural de Puerto Rico